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¿Conoce el otro elefante blanco en la provincia del Gualivá?, aquí lo ilustramos y le contamos.

Nocaima | 19 de agosto de 2024

Está ubicado en la vereda El Centro del Municipio de Nocaima, Cundinamarca, y se esperaba que esta obra beneficiara a por lo menos unas 26 familias del municipio.

Se trata de un reservorio de agua gestionado y construido por el gobierno del entonces alcalde Juan Carlos Vásquez  y entregado oficialmente por la CAR en el año 2023, pensando en poder brindar un mejor bienestar y mejorar la calidad de vida de unas 26.000 familias en el suministro de agua potable.

Pero la obra, conocida como BAMA (Banco Municipal de Agua), cuyo costo de inversión supera los 1.800 millones de pesos y que tiene una capacidad de almacenamiento de 12.500 metros cúbicos de agua, hoy es un “elefante blanco”  más de los muchos que hay en Colombia

Y es que el nuevo gobierno local no se ha preocupado por habilitar este reservorio de agua para alimentar el acueducto municipal y darle el uso para lo que fue construido, el banco de agua se encuentra en total abandono, sin mantenimiento, con aguas depositadas por meses convertido en criadero de insectos y ranas.

El director regional de la CAR en Gualivá, en ese entonces, Carlos Serrato, destacó: “Este banco de agua es un regulador hídrico crucial para las fuentes de agua de la región como la Quebrada La Moya, que alimenta el acueducto municipal y diversos acueductos rurales de Tobia – Chica.

Además, el BAMA garantiza el suministro de agua para las actividades agrícolas y la respuesta a emergencias forestales”.

El BAMA es una inversión de largo plazo. Se inició en 2020 con un financiamiento de más de 1.800 millones de pesos, y no solo es una infraestructura material, sino una dedicación constante.

En palabras de Diego Alfonso Guerrero León, en su momento, líder del proyecto de Sistemas de Almacenamiento para el Recurso Hídrico de la CAR, “la administración local será responsable del mantenimiento, mientras que la CAR proporcionará asistencia técnica durante los próximos cinco años”.

Hasta el último día de su mandato, el alcalde Juan Carlos Vásquez, cumplió a cabalidad con lo establecido en los acuerdos con las autoridades ambientales y fomentó el uso para lo cual fue creado el BAMA.

Pero si bien, la laguna no puede ser conectada directamente al acueducto municipal, debe buscarse la forma de descargar sus aguas a las fuentes hídricas cercanas para que abastezca el uso agrícola que tanto lo necesita en épocas de sequía.

Entretanto, a la fecha el “Elefante Blanco” de Nocaima se muere de sed, sin doliente alguno, al parecer, por negligencia del actual alcalde Alejandro Matíz Flórez.

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Publicado en CUNDINAMARCA, Gualivá