Las misteriosas desapariciones de personas en Cundinamarca que se quedaron en un absoluto silencio

Cundinamarca | 16 de octubre de 2025
En el departamento de Cundinamarca, dos casos de desapariciones ocurridos en diferentes años siguen sin explicación. Dos jóvenes que salieron de sus casas y jamás regresaron. Dos historias que hoy, a pesar del paso del tiempo, permanecen en el misterio, el silencio y el olvido.
El caso de Sergio Andrés Suárez Vargas
El martes 21 de junio de 2022, Sergio Andrés Suárez Vargas, un joven de 22 años, salió desde Bogotá rumbo a Medellín junto con un grupo de amigos para disfrutar del partido de semifinal del fútbol profesional colombiano entre Atlético Nacional y Deportes Tolima. Lo que debía ser una experiencia alegre para un apasionado hincha terminó convirtiéndose en un enigma que tres años después aún no tiene respuesta.
Según relataron sus familiares, durante el encuentro deportivo Sergio habría tenido una discusión con sus acompañantes y decidió regresar solo a Bogotá. Emprendió el viaje por la carretera que más adelante lo conectaría con la Ruta del Sol, pero nunca llegó a su destino.
Al día siguiente, su vehículo fue hallado accidentado y con visibles golpes en el kilómetro 36 de la vía Puerto Salgar – Guaduas, jurisdicción del municipio de Caparrapí, muy cerca de la inspección de Guaduero. En el interior del carro estaban todas sus pertenencias, pero no había rastro alguno de él.
Desde ese momento se activaron los protocolos de búsqueda. Bomberos de Caparrapí, autoridades locales de Puerto Salgar y Guaduas, además de voluntarios y familiares que viajaron desde Bogotá, participaron en un operativo que se extendió por varios días. Sin embargo, no hubo resultados. Con el paso de los días, las autoridades suspendieron las labores y el caso quedó en el silencio.
Hoy, más de tres años después, no existe información sobre su paradero. Nadie sabe si Sergio Andrés sigue con vida, si sufrió un accidente mayor o si fue víctima de algún hecho violento. Su familia, que en un principio se comunicaba frecuentemente con este medio, ya no responde llamadas ni mensajes. La historia de Sergio parece haberse perdido en la bruma de la carretera y el olvido.
El caso de Mauricio Pineda y María Paula Martínez
El 27 de mayo de este año (2025), otro episodio conmocionó al departamento. En la localidad de Tobia, municipio de Nimaima, una pareja de jóvenes deportistas —Mauricio Pineda y su novia María Paula Martínez, auxiliar de una reconocida aerolínea— desaparecieron mientras practicaban ciclismo de montaña.
Ambos habían llegado desde Bogotá en su vehículo, llevando sus bicicletas para recorrer los senderos cercanos al río Negro, un lugar muy visitado por ciclistas y turistas. Sin embargo, lo que comenzó como una jornada deportiva terminó en tragedia y desconcierto.
Horas después, el cuerpo sin vida de María Paula fue hallado en las aguas del río Negro. Cerca del lugar se encontraron las dos bicicletas y otras pertenencias personales. No obstante, Mauricio Pineda nunca apareció.
Las labores de búsqueda se extendieron durante varios días con apoyo de los organismos de socorro de Nimaima, Quebrada Negra, Útica y Guaduero, pero no se hallaron rastros del joven. Hasta la fecha, no se sabe si Mauricio cayó al río, fue arrastrado por la corriente o si desapareció por otras circunstancias.
Al igual que con el caso de Sergio, los familiares de Mauricio y María Paula no volvieron a comunicarse con este medio. Los números telefónicos y contactos que antes respondían, hoy guardan silencio. Y así, otro caso más se diluye entre la incertidumbre.
Dos historias, un mismo silencio
Las desapariciones de Sergio Andrés Suárez Vargas y Mauricio Pineda ocurrieron en diferentes puntos del departamento de Cundinamarca, separados por apenas unos 65 kilómetros de distancia, pero unidos por la misma incógnita: ¿qué pasó con ellos?
Ambos jóvenes desaparecieron en la orilla del río Negro, ambos en circunstancias misteriosas, y ambos casos parecen haber sido olvidados por las autoridades y por la opinión pública.
A la fecha, no hay reportes oficiales que indiquen avances en las investigaciones. No se conocen hipótesis sólidas ni hallazgos recientes. Solo quedan los recuerdos, los informes iniciales de búsqueda y la angustia de no saber qué ocurrió realmente.
El llamado
Desde este medio, reiteramos el llamado a las autoridades y a la comunidad para que no se permita que estos casos queden sepultados en el olvido.
Si alguien tiene información sobre el paradero de Sergio Andrés Suárez Vargas o Mauricio Pineda, puede comunicarse con las autoridades competentes o escribirnos a través de los canales de contacto dispuestos en esta página.
Toda pista, por mínima que parezca, puede ser clave para esclarecer qué ocurrió con estos jóvenes y devolverle algo de paz a sus familias.
Dos nombres, dos historias, dos misterios.
Cundinamarca guarda silencio… pero la verdad aún espera ser contada.
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